Ultima vuelta

 

En la mañana europea se vio por primera vez en vivo el nuevo diseño y la conclusion de momento es que Renault se apunta a los direccionadores de flujo horizontales delante de los pontones, al estilo de Ferrari o Red Bull, curioso cuando han cortado todos sus vínculos con la escudería austriaca. Una gran toma de admisión superior rectangular y sobreelevada y un profundo trabajo de adelgazamiento en los laterales y la zona de la tapa del motor, marcan una de las mayores revoluciones estilísticas en la marca del rombo de los últimos años.Ya desde el frontal se aprecian los alerones simplificados, con unos 'endplates' muy limpios. El cono de la nariz ha sido estrechado respecto al de 2018.

 

La zona media es la que más novedades recibe, con esos pontones enmarcados por dos grandes alas horizontales que intentan acelerar el flujo a conveniencia primero hacia los radiadores interiores y luego por la zona exterior de al carrocería.En la zona de los 'bargeboards', el famoso 'gato' de Renault con ese deflector de 4 patas en forma de S usado en 2017 y 2018, ha sido 'decapitado', ya que la FIA ha limitado la altura de estos elementos en el reglamento 2019.Los laterales adelgazan hasta la zona de los escapes, una parte en la que los anteriores monoplazas no destacaban por ser especialmente estilizados. El trabajo aerodinámico es profundo y muy visible, a la altura de los mejores equipos de la parrilla.

Un motor nuevo al 100%

Cyril Abiteboul, director de Renault F1 Team avanza que lo más importante llega en el interior, con un nuevo propulsor completamente remozado. 

"Dada la ambición en términos de mejora de potencia, muchas piezas del motor serán nuevas, no sólo el ERS porque hay poca potencia y rendimiento para extraer de ahí, pero el resto del ICE es nuevo", ha señalado.